Para muchos hoy ya no es Navidad. Para los católicos lo es hasta el domingo siguiente al día de Reyes que celebramos el Bautismo del Maestro de Nazaret.
La depresion y la ansiedad comienzan su aparición para mucha gente que ve como las vacaciones terminan y ya ponen su foco en las siguientes.
Lo de «Navidad todo el año» y «todos los días vienen los Reyes» se desvanece en horas y nos encaminamos hacia lo que denominamos «la cruda relidad»
Claro, para la mayoría lo de echar agua por la cabeza es un bonito rito o gesto sin sentido. Absurdo.
Hemos tenido encuentros con María, José, el Niño, los Reyes Magos y ahora, justo después, con las rebajas. Pero falta en la historia de Navidad el Espíritu.
No se trata del espíritu de la navidad que, como tortilla de patata envasada nos venden todos los años y compramos y disfrutamos mientras dura el sabor en la boca.
Se trata del ESPÍRITU que nace del agua (sólido, líquido y gaseoso) y que permanece siempre vivo en ti.
El Bautismo en el Espíritu es dejar que todo tu ser sea inundado por una fuerza externa, un intruso para la mente y la bioprogramacion natural, por eso se resiste todo nuestro organismo en recibirlo.
En todas las culturas existe la dimensión espiritual del desarrollo humano y ahora parece que en occidente vuelven a cobrar vida los llamados «espirituales» ,personas que se las reconoce por su gran espiritualidad.
Ahora bien, el Bautismo de Juan era con agua, como bien decía, y el del Maestro con el Espíritu.
Y aquí, comienza el espectáculo.
Cuando niegas el bautismo con agua es prueba de que el Espíritu no te habita.
Cuando el Espíritu te habita, sabes que hay un sólo Bautismo.
El Bautismo del Espíritu es como la fiesta de graduación de la guardería, primaria, secundaria, bachillerato, grado o máster, a ella llegas cuando culminas tu proceso de formación y alguno por eso dicen que bautizar a los niños con agua es un absurdo.
Bautizar a un recién nacido es invocar al Espíritu para que lo acompañe en su vida. Todas las culturas tienen un rito de bienvenida a los bebés recién nacidos.
Aún hay Navidad hasta el domingo del Bautismo.