TODO BAJO CONTROL

Un cerebro entrenado para controlar es la fuente de la esclavitud más común en la sociedad digital.

Rumiante, obsesivo, analítico, clasificador y etiquetador, confunde la realidad (que es la verdad) con sus pensamientos y sentimientos.

Es tal su poder que la libertad se convierte en la tabla de salvación para muchos en una huida de lo que considera la fuente de su sufrimiento.
Ser libre es huir y romper, finamente, soltar.

Sin darse cuenta que es su manera de pensar y sentir, es decir, su fábrica de pensamientos y sentimientos propios la fuente de su malestar.

Una vez visité en su despacho a Juan Carlos López Pinto y tenía escrito en su pizarra la frase: «No te rindas nunca» y yo escribí debajo «Ríndete siempre» y comenzamos un diálogo acerca de ambas actitudes. Aprovecho para mandarte un abrazo campeón.

La vida no es control, ni descontrol. La vida es abandono en las manos de Dios como decimos los cristianos.

¿Qué es el a abandono en la Divina Providencia? Otra gran frase de nuestro argot cultural, legado de nuestr@s abuel@s.

La actitud es la de un bebé, un niño en brazos de su madre. La niña se siente segura cuando sus padres la protegen y genera con esa seguridad la de denominada felicidad, ausencia de control y descontrol a la vez, un orden desorganizado para su cerebro que aún no ha aprendido a controlar y descontrolar.

Ya de adulto ¿Cómo se vuelve a esa tierra infancia? Sólo mediante espiritualidad.

Has de aprender esta técnica en el plano espiritual donde es la Fe la herramienta básica.

No obstante abundan los libros, ensayos y propuestas donde para ganar la batalla al control se genera otro tipo de control. Es decir, es la mente la quiere saber y entender y se genera un control del control. Fantástico.

Observo a muchas mujeres que quieren controlar sus vidas a través de técnicas como el Yoga o el Mindfulness, la inteligencia emocional o cualquier otra disciplina. Su objetivo es el control de lo que consideran descontrolado. Y huyen y luchan y rompen para ganar su libertad.

Durante esa huida hay un alivio, como cuando el niño experimenta alejarse de sus padres y logra cierta autonomía que le llena de gozo que desaparece en cuanto se genera una crisis, un obstáculo y aparece el miedo, entonces vuelve a llamar a sus padres, su fuente de seguridad.

Sólo Dios basta…decía Teresa.

Si no conoces el amor de Dios es difícil que puedas experimentar el OMNIA IN BONUS, el todo es para bien, que te permite mirar al mundo con la mirada serena de un niño…Ya está Él para controlar, yo sólo tengo que vivir.

soyunodeellos #máscercadeti

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