COOPERAR Y COLABORAR

VIVIR «MI» VIDA
Autocarceleros

En un parque de atracciones puedes elegir participar en cualesquiera de las atracciones. Has pagado una sola vez y tendrás todo el día para disfrutar.

Al salir si el parque es muy bueno, o muy malo, supone reducir la experiencia vivida a un adjetivo calificativo. Aunque cada uno haya tenido una experiencia distinta los resultados pueden ser los mismos: ¡Qué guay! o ¡Que coñazo!

Y sólo queda un recuerdo de satisfacción o insatisfacción.

En la vida la mayoría nos esmeramos por tener una gran experiencia, una buena vida o una vida buena. Nos esforzamos y luchamos por ella.

La salud, la sexualidad, el poder, la fama, el dinero son los síntomas más importantes de esa experiencia exitosa.

Es ‘Mi Vida» un diseño perfecto en mis sueños, un imperfecto proyecto en la realidad por el que sigo luchando y me dejo la piel en defender «Mi Vida».

Esas pequeñas e ínfimas parcelas en la existencia cósmica que representan nuestras vidas son la verdadera cárcel de lo que realmente somos. Ahí, en ellas se ejerce la mayor dictadura sobre la tierra 🌎 la mía propia conmigo mismo.

Pretender defender las fronteras de ese micromundo que es «Mi Vida» es la tarea diaria de nuestra existencia.

¿Es que hay otra opción?

SI. Diluir la fronteras de «Mi Vida», es decir, vivir sin fronteras, sin límites autoimpuestos y dejar que la vida sea lo que es.

No somos el cuadro, no somos el pintor, no pintamos nada, SOMOS EL PINCEL.

Y ser el pincel es no tener ni idea del cuadro hasta que se acaba, tan sólo lo intuimos, y ponerse en manos del verdadero autor de la Vida.

Querer ser pintor o pincel marca la diferencia.

PARA TI ES IMPOSIBLE
Para ellos una realidad

Wikipedia, la enciclopedia en línea que permite a usuarios de todo el mundo colaborar y compartir conocimiento de forma gratuita.

Otro ejemplo es el desarrollo de software de código abierto, como el sistema operativo Linux, en el que programadores colaboran para mejorar y compartir el software.

También podemos mencionar el uso de plataformas como Airbnb, donde personas pueden cooperar para ofrecer y encontrar alojamiento a través de la tecnología.

Estos son solo algunos ejemplos, pero hay muchos más casos exitosos de colaboración y cooperación.

Y hay muchos más y de todos los tamaños.

¿Quieres ser uno de ellos?

Pide tu plaza, son limitadas, para asistir ala evento.

NACIDOS PARA COOPERAR
La colaboración programada

Sean colonias, manadas, tribus, sociedades o familias, bosques o selvas. Todo ser vivo se agrupa.

Lo creado no debe estar solo, dicen los libros de sabiduría en el relato de su creación y por eso junto a lo creado en la Creación se creó a su pareja.

El binomio es el núcleo. Dos reunidos en mi nombre, dice el Maestro de Nazaret, es la mínima expresión del AMOR.

Hemos sido diseñado para cooperar y colaborar. Así lo afirma nuestra biología que es cooperativa y colaborativa y cuando no lo es enferma o muere.

Hay momentos que es necesaria la expresión clara y radical de esa colaboración y cooperación en estructuras holísticas.

En las estructuras holística la unidad no se disuelve y desaparece, por el contrario es una pieza esencial y supone una necesidad vital para el funcionamiento de todo el engranaje.

Y ahora la pregunta:

¿A qué estructura holística perteneces?

Te doy pistas. El Estado no lo es.

Piénsalo bien.

INDUSTRIA DEL FRACASO
Los perdedores

Vivir y por y para el éxito.
Celebrar y reconocer sólo el éxito.
Es la lógica de las lógicas de la #competitividad una regla de vida en la que hemos sido educados durante milenios.

Ha sido la #Neurociencia la que ha desmontado un mito bastardo de nuestra civilización y es el que presupone que la #competición y la #competencia es el mejor caldo de cultivo para sacar de uno mismo lo mejor de sí para triunfar en la vida. El hombre es un lobo para el hombre, declararian sin pudor.

Por su parte nuestro organismo y nuestras células no piensan lo mismo. Resulta que todo nuestro organismo no compite ni se hace la competencia, #colabora y #coopera y cuando no lo hace enferma y muere.

Este modus vivendi de nuestra existencia biológica supone consolidar la #cooperación y la #colaboración como elementos esenciales de la vida. No hay ganadores porque no hay competición y no hay enfrentamiento porque no hay competencia.

El #mercado se prepara desde hace miles de años para recibir la cooperación y colaboración y fracasa por el enfrentamiento de quienes prefieren competir a colaborar y cooperar con el resultado que todos podemos apreciar de injusticia y desigualdad.

Las redes de cooperación y colaboración biológicas que nos acompañan desde siempre ha convivido con un modo de pensar competitivo en clave de enfrentamiento agudizado en el siglo XX por la industrialización y la incorporación de casi toda la población a ese proceso.

Esta cohabitación forzada de dos ecosistemas tan dispares ha generado en enfermedades nuevas y complejas.

Antes, nuestros ancestros, en el medio natural cooperaban u colaboraban en las tareas agrícolas y ganaderas y convivían de manera más alineada con su propia naturaleza biológica, aunque fueron víctimas de otras enfermedades, como la ignorancia y el analfabetismo, que les enfrentaba en interminables guerras y violencia.

La historia de la cooperación y colaboración gana fuerza en el tercer sector desde el siglo XIX con la aparición de las ONG.

Aún hoy es la historia de los fracasados, de los perdedores, en el relato y la narrativa de un mundo basado en el éxito y la competencia.

Se impone entre los jóvenes la colaboración y la cooperación y con fórmulas exitosas y sin necesidad de enfrentamiento y competencia con nada no nadie.

Orientar nuestra misión a fórmulas de cooperación y colaboración es un cambio en el liderazgo de vida y de misión que afrontamos desde la serenidad de que el cambio es posible y llegará.

ÚNETE, LA FUERZA VENDRÁ DESPUÉS.

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