Mezclar o integrar.
Hoy la tradición cristiana marca la celebración de todos los santos. #Santos
Mañana la de todos los muertos. #Difuntos
Esta distinción es importante pues la tradición popular centralizó todo en un día de Fiesta.
¡Y es que es Fiesta! Todas las flores así lo anuncian.
Faltaba un poco de alegría y llegaron los americanos a ponerla de la mano de su tradición #Halloween y finalmente #Coco nos abrió los ojos a la tradición mexicana.
Mezclar es malo, dicen cuando de alcohol se trata, y así ocurre con las tradiciones.
Que como el hielo de la copa para que esté fría o el refresco pierden todo el protagonismo frente al alcohol que se convierte en el protagonista de la fiesta y casi todo lo demás es una excusa para al final poder disfrutar del alcohol.
En las tradiciones es lo mismo. Si la mezclas sale perdiendo un ingrediente. En este caso los Santos.
Y es que como el agua en la copa, nadie quiere agua, quiere el destilado y todos los destilados suelen producir alteraciones en el estado de consciencia.
Así nos encontramos ahora. Totalmente ebrios. Cuando se pase la borrachera tendremos la resaca y luego, tal vez, volvamos a repetir generando la adición. Todo ello en términos de consciencia.
Cuando hablamos de consciencia y crecimiento y desarrollo personal, espiritualidad y transcendencia hay que distinguir entre mezcla e integración.
Mezclar es propio de la mente. Se confunde.
Integrar es propio del corazón. Se ilumina.
Saber integrar en tu vida significa no sólo empatizar o simpatizar, hay que hacerlo propio.
Mezclar es útil y por eso genera el utilitarismo. Utilizamos para nuestros fines.
Integrar no es dejar sitio, es insignificarse, es olvidarse de la misma existencia de lo integrado pues pase a formar parte de nuestra epidermis y acervo cultural. No es individualizable.
Son tres días en UNO.
31 de octubre para Halloween.
1 de moviembre para los Santos
2 de noviembre para Coco.
Integrar o mezclar.