«Estoy perdido.»
«Todo se ha perdido.»
«Lo he perdido todo.»
«Se ha perdido todo.»
«Perdimos.»
PERDER la gran antesala del ganar. Cuando todo está perdido la mente tiene dos caminos: contemplar y vivir en la imaginación de lo perdido, o pasar la puerta del destino y comenzar de nuevo, reiniciarse.
Perder es siempre ganar, pues o ganas en tu vida un apego al pasado o ganas en tu vida la esperanza de un futuro.
El equilibrio entre una opción mental u otra es la intelgiencia cardiaca la consciente observación de que nada perdí ni gané pues solo sentí.