Cada vez veo más casos de «relax estresante».
Son personas cuyo propósito es vivir tranquilos y en paz. Es su misión además lograrlo.
Se encuentran vivos cuando están relajados y cuando no lo logran su vida les parece un infierno.
«A mi déjame de problemas yo sólo quiero vivir tranquilo» es lo que me suelen decir.
Quien así construye su vida mantiene una tensión permanente por el control de su relax.
Acaba separándose del mundo para evitar los problemas y genera ira hacia quien considera que se los provoca. Al final acaban hartos de casi todo y ese hartazgo degenera en amargura.
El negocio del relax es además hoy en día un sector en alza que basa su publicidad en considerar que la vida es relax y que si es tu vida no existe el relax algo te falta y las propuestas para conseguirlo se rodean de una pompa y circunstancia inalcanzable para muchos por su alto coste o sofisticación.
Vivir en calma permanente es contrario a la misma naturaleza. Podemos ofrecer una apariencia de calma externa pero la procesión va por dentro decían l@s abuel@s.
Los seres más admirados por su paz y serenidad después de años y entrenamiento son objeto de admiración por miles de personas que consideran son el paradigma del ser humano. Encerrados entre paredes y alejados del mundanal mundo viven en una atmósfera diferente y consiguen una bioprogramacion que les permite disfrutar de calma, serenidad y relax.
Más quien vive en el mundanal mundo con sus tareas diarias se enfrenta todos los días a cientos de retos. Verdaderos guerreros de lo cotidiano sostienen miles de batallas al recibir miles de estímulos que provocan reacciones químicas en su organismo que no controlan.
En las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia Cristiana a lo largo de sus XXI siglos de existencia se encuentran enseñanzas y metodologías para alcanzar la pazen medio del mundo, sin necesidad de aislarse y recluirse apartándose del mundo.
MOC que pusimos en marcha la semana pasada está basado en ese propósito. Todos los jueves de 20:30 a 21:30 en @venatibet.
