VENTIOCHO
Es siempre conveniente una brújula. Más si no tienes una puedes aprender a orientarte por el sol y las estrellas.
En un caso u otro en cada quiebro o duda tu formación será muy valiosa.
Formarse.
«Yo ya se todo lo que tengo que saber» dirán algunos. «No necesito más» dirán otros.
Algunos no paran de formar el cuerpo, otros no paran de adquirir conocimientos. Algunos adquieren habilidades emocionales. Más muy pocos se forman en la «inteligencia espiritual».
Cuando llega la encrucijada, cuando parace que todo está perdido, que nada vale para nada, entonces hay quien mira al cielo y en las estrellas encuentra la orientación que precisa y en los astros la luz que ilumina el camino. Saben donde mirar, donde buscar y surge la fe y la esperanza. Siguen adelante.
Toda la sabiduría que adquieren la atesoran en el corazón. En su «inteligencia cardiaca» que adquieren tras años de estudio y práctica.
Si nadie te enseñó a utilizar el corazón tal vez es hora de comenzar a formarse.