Suelen salir disparados en pos de un destino que tienen claro.
Con una gran fuerza y motivación avanzan a una velocidad supersónica.
Mantienen el rumbo fijo y el piloto automático.
Alcanzan su objetivo de manera rápida. Una vez en la meta su deseo es alcanzar otra.
Más en ocasiones la falta de combustible, una avería o el impacto de una «creencia meteorito» acaban la misión de manera repentina.
Quién así actúa debe aprender a cuidar su nave. Su mantenimiento y revisión periódica es necesaria para evitar averías y faltas de combustible. En sus rutas debe tener presente donde repostar y las órbitas de las «creencias meteoritos»para evitar impactos.
Los viajes cortos no le satisfacen y cada vez querrá metas mas alejadas, más arriesgadas.
Su vida es la velocidad.
¿Qué es la velocidad?
La falta de movimiento. La falta de aquietamiento mental. La falta de deseo. El no hacer. Sólo Ser.
¿De qué nos alejamos cuando salimos disparados como un cohete? La respuesta contiene la sabiduría esencial de la vida plena.
Sabemos a donde vamos pero no somos conscientes de lo que nos alejamos y ésto último determina nuestra vida.
Y en otras ocasiones sabiendo de lo que nos alejamos como un cohete salimos disparados sin rumbo ni destino pues nuestro deseo es salir disparados de lo que no queremos.
El cohete….la velocidad.