Lo que veas y sientas te defiene.
Un maravilloso espejo para la tolerancia y empatia o la intolerancia y el desprecio.
Si juzgaste con tu ideología o abriste los ojos más allá de tus creencias personales.
Quedarte en lo material y colorido o profundizar en simbolismo de los iconos y los ritos.
Pasar completamente del tema o mirar y aprender, disfrutar o cabrearte.
Cualquiera que sea tu posición es la que corresponde a tu realidad.
Si ves en la superficie del gesto o profundizas en el significado que transciende la forma.
Una mirada materialista y estilista o una mirada contemplativa y transpersonal.
Ayer se retrataba el mundo entero en un espejo gracias a los medios de comunicación.
Os contaré mis impresiones:
Consideré que poder presenciar un rito medieval en vivo y en directo con personajes reales era todo un lujo, pues no se repite desde hace 70 años y es el único en el mundo.
Nuestros ancestros entendían la vida de una manera diferente y poder acercarme de manera tan plástica a sus creencias es una gran oportunidad para aprender el significado de los gestos y ritos.
Me gustó la valentía de un pueblo por mantener sus tradiciones y respetarlas como expresión del legado ancestral de quienes les dieron la vida. Ocurre en muchas partes del mundo y por muchos pueblos que son respetados precisamente por ser, en sus ceremonias, tradicionales, sea en África o Asia.
Europa tiene el derecho de salvaguardar su patrimonio intangible y mantenerlo vivo.
Me impresionó las llamadas a la Justicia, la Misericordia, la vocación de servicio a los desfavorecidos….los valores de la cultura cristiana que cada símbolo tenía y que muchos hoy atacan o se apropian como propios de sus ideologías y que, como vimos ayer, son de origen medieval donde algunas ideologías políticas aún no habían nacido.
Me fascinó la manera como se representó la nada del ser humano hasta llegar al poder absoluto terrenal con la ceremonia vestido de simple lacayo a rey.
Igualmente disfruté de las invocaciones religiosas mediante oraciones ancestrales en las que quedaba patente el origen divino del poder terrenal. Una configuración de la vida que se ha perdido al poner en el medio al hombre y la mujer y alejar a Dios de la existencia.
Me interesó el rito medieval de unción y coronación, plasticidad pura de la cultura histórica que nos engendró como sociedad.
Intentar ponerle un filtro de modernidad al análisis de lo que vimos nos impide comprender la historia.
Las recreaciones que vemos por los pueblos de sus acontecimientos históricos más relevantes están en la misma línea de lo que vimos ayer.
No sé si volveré a ver otra. Doy gracias por haber disfrutado de esta.