DERECHO A CAMBIAR

Cuentan que un ateo fue atacado por el monstruo del lago Ness.

En ese momento le pidió a Dios que le ayudara y éste le preguntó sorprendido:

«Pensé que no creías en mí» a lo que el ateo le respondió:

«Tampoco creía en el monstruo del lago Ness».

Tenemos la posibilidad de cambiar hasta las más profundas creencias y pensamientos.

Hacerlo con agilidad puede suponer una rápida adaptación al entorno y las circunstancias.

SIEMPRE ADELANTE.

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