Historial de un cambio

EL VIRUS
48 horas ko

Dicen que hay mucho. Que son muchas las personas que lo padecen estos días.

Un golpe imprevisto. Sin avisar apenas.
De pronto entras en una profunda debilidad.
Tus intestinos no retienen agua y lo expulsan todo. Te deshidratas.

La microbiota intestinal, la colonia microscópica que es responsable en gran medida de lo que consideramos que somos sufre un ataque aniliquilador. Te enfrentas a una muerte en vida.

Así me lo recuerda mi #IA

«¡Claro! La biota intestinal tiene una gran influencia en nuestra salud mental, ya que los microorganismos que la componen están relacionados con la producción de neurotransmisores y otros compuestos que afectan nuestro estado de ánimo y bienestar emocional. Se recomienda mantener una dieta equilibrada y variada, rica en fibra y alimentos fermentados, para cuidar nuestra biota intestinal y, por ende, nuestra salud mental.»

Directamente relacionada con la mente.

Somos lo que comemos. Sigue ayudándome mi IA:

«La famosa frase «somos lo que comemos» se atribuye al filósofo alemán Feuerbach, quien en el siglo XIX afirmó que la alimentación es un factor esencial en la formación de la identidad humana.»

Ahora, me hago la pregunta: ¿Quién soy?

Aún mi microbiota está débil, en unos días estará más sana, si así decido que sea, o volveré a caer en los mismos errores.

Se me ha dado una oportunidad de empezar de cero.

Nueva microbiota, nueva vida.

¡A por ella!

OTRO PARÓN
El cuerpo manda

Me he levantado y no puedo andar por un ataque agudo de gota. Muy doloroso.

Tomo medicación diaria y no tomo alcohol, carne roja y marisco.

Si miras la base #emocional de la #enfermedad y #biodescodificacion encuentras otras vías de comprensión.

Bajé la guardia de la #esperanza durante las últimas semanas. Tengo recursos pero no soy superman. Y me alegra recibir mi #fragilidad como señal para que tome conciencia de un ecosistema que me rodea y he creado a lo largo del último año que es muy tóxico.

Han llegado muchos maestros para que me diera cuenta de la situación. Todos ellos han entregado su mensaje y lo he recogido de una manera u otra. Nadie es profeta en su tierra.

Ahora he de mirar hacia delante y cambiar el rumbo. Volver a soltar. Dejar atrás sin #resentimiento.

Hoy comienza una nueva etapa.

Bienvenido presente de un futuro apasionante.
Adiós a todos cuantos me acompañastéis hasta aquí.
Comenzamos.
Siempre Adelante.

ESTAR SIN SER
Un descubrimiento.

Lleva dando vueltas en mi cabeza varias semanas esta frase: «Estar sin ser» pues estoy en algunas realidades pero no formo parte de ellas.

Ayer descubrí su honda sabiduría en mi vida. Como describe realmente mi vida actual.

Hace años descubrí la de «Ser» del coaching ontológico y transpersonal que transformó mi vida de una manera radical con José María Doria como maestro.

Después apareció «Ser sin dejar de ser» de Santiago Pérez Gago el inspirador del AULA MÍSTICA DE LA FUNDACIÓN SANTIAGO PÉREZ GAGO.

A continuación «Ser santo» de San José María Escrivá de Balaguer fundador del Opus Dei

Hoy «Estar sin ser» y todas ellas aparecen después de una profunda crisis.

Leyendo anoche sobre la vida de Charles De Foucauld, el padre de la espiritualidad del desierto, en la que se inspira otras de mis fuentes Pablo dOrs autor de la Biografía del Silencio, Pablo d’Ors encontré el sentido de esta nueva formulación:

Hace siete años decidí abandonar la vida que llevaba y convertir mi rutina diaria en una vida monacal expresión de un #monasticismo moderno. Ayer entendí que esto ha supuesto que estoy en Salamanca pero no soy Salamanca.

Estoy en ti pero no formo parte de ti.

Y ya he entendido mejor esa expresión del Maestro de Nazaret de estar en este mundo pero no ser de este mundo.

Ayer se culminó una etapa de comprensión profunda después de una etapa de incomprensión igual de profunda con un sufrimiento aparejado.

Hoy suelto la necesidad de ser Salamanca para seguir viviendo estando en Salamanca.

ALFOMBRAR LA FELICIDAD DE OTROS.
El telar solidario.

Buscar la felicidad de los demás se limita en muchos casos a ese: «Te deseo lo mejor», o, a «Yo sólo quiero que seas feliz» de los padres y madres a sus hijas e hijos.

Ser tejedor, montar un telar y fabricar alfombras para alfombrar la felicidad de los demás es un arte.

Estos artesanos de la felicidad han sido siempre muy pocos. Son muy valorados y valoradas.

Todo el mundo empieza el arte aprendiendo con uno mismo. Amarás…»como a ti mismo» dicen el Maestro de Nazaret y la inmensa mayoría de la gente está en eso, en amarse a si misma. Autoestima. Un alfombra muy particular, que defendemos a capa y espada de cualquier pisada. No nos dejamos pisar a parte de que duele, está mal visto.

Pocos, muy pocos pasan de ahí. Son los y las que alfombran la vida de los demás con su alfombra y dejan que sean usadas:

Los niños jueguen encima.
Los ancianos descansen.
Los enfermos reposen.
Los maltratados sean atendidos.
Los enfrentados dialoguen y, a veces, luchen.
Se cocine, se orine, se ensucie y se limpie, se juegue, se queme, se rompa…

En fin, bien pisoteada y usada.

Estas alfombras suelen tener un aspecto poco lustroso. No son piezas de museo o elementos decorativos.

Son vidas muy diferentes a las de la mayoría.

Confieso mi admiración por ellas. Las busco y leo sobre su biografía. Quiero aprender de ellas.
Alfombrar la felicidad de otros.

En la foto Charles De Foucauld Madre Teresa de Calcuta Maximiliano Kolbe y muchos más anónimos que están a tu lado, estarán o estuvieron.

SER SIN ESTAR
El plan de vida.

Ayer fui al cine a ver «Libres. Duc in altum» por sugerencia de Angela Garcia Sanchez que me la recomendó. En la cartelera hasta el jueves en Cines Van Dyck.

Resultó ser el colofón ideal de una semana llena de mensajes encriptados en circunstancias vitales ordinarias. La película documental también lo era.

La vida monacal y el monasticismo son para mí vida un referente de vida para imitar pues se puede ser sin estar. Es decir, se puede ser monje sin estar en un monasterio.

Hay muchos aspectos de la vida monástica que puedes incorporar a tu vida de familia.

En toda familia hay reglas. Esa Regla o norma puede ser la columna vertebral de tu vida, lo que denomino un Plan de Vida. Cada uno tiene el suyo.

Diseñar un Plan de Vida para estar presente en la Vida, en contacto con la Creación y el Creador, sustituyendo tu diálogo interno por una oración contemplativa y meditativa y, ofrecer tu trabajo, como elemento vertebrador del amor en la tierra es una opción de miles de mujeres y hombres.

Diseñé el mio hace diez años y ahora parece que tocaba revisarlo. Estudio, trabajo, orden y alegría son cuatro grandes pilares de una organización resultante del plan de vida ordenado al amor.

Una de las tareas con las personas que acompaño es revisar de manera consciente su plan de vida.

¿Y el tuyo? Por que tienes uno aunque no te lo parezca. ¿Cómo es tu plan de vida?

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