Todos satisfechos mostramos nuestras obras, nuestra metas conseguidas y orgullosos y satisfechos de los logros conseguidos nos creemos artistas de las creaciones que poseemos: La carrera profesional, la familia, la empresa, los hijos, el dinero, el prestigio profesional…
Nuestra mente como Señor Feudal cuida sus posesiones hasta el final. Como lobo embravecido si hace falta estar defenderá el castillo de cuantos lo quieran conquistar.
Más si desde el corazón contemplamos lo que creado está, nos percataremos que sólo pinceles, a sencillos pinceles podemos aspirar. El artista para unos el destino, el universo o la bondad universal, para otros tiene el nombre que cada uno le quiera dar, para muchos Dios se llama el artista universal.
Ser pincel en manos del artista es estar dispuesto a dejarse llevar a estar sucio y mojado, sea gruesa o fina su traza, sea rodillo o brocha gorda, todos pintan y cada uno su gracia a la obra del artista puede dar.
En Desarrollo Personal e incluso para ser Coach se habla de una actitud que debemos fomentar, no es otra que la humildad. Fiel pincel es la humildad.
Puede haber lienzo, puede haber pintura que sin pincel la vida no aparecerá. Es el pincel la herramienta necesaria para poder pintar.
Si solo existiera Dios y su creación, ¿de que le serviría? pues nadie podría contemplar la obra de sus manos. Necesita al hombre y la mujer que lo pueda contemplar. Y como en libertad nos creó en libertad elegimos ser artista o pincel. Y en el debate estamos: Artista o Pincel, más la obra continúa y continuará.