Rodearse de comodidades y tener una vida cómoda es uno de los anhelos que perseguimos en la vida.
Programados desde la infancia en la comodidad nuestro cuerpo es un maestro de comodidad que busca posturas cómodas a todas horas, que nos ha hecho creer que las necesita y que nos demanda un cambio si no está cómodo.
La comodidad para el cuerpo es obsesiva y se ha generado la creencia mental de su necesidad. Más si observamos culturas de otras zonas y de otras etapas de la historia veremos que no siempre existió la cama o que en vez de sentarse en sillas algunos lo hacen en el suelo. Se trata de hábitos y costumbres que se generan y se trasmiten como necesarios pero cuyo cambio es posible generando otros.
Alguno dirá que es normal que el cuerpo pida comodidad como expresión clara de la creencia y así podemos llegar a entenderlo y asumirlo, como normal.Más a través del cuerpo la mente también aprende y aquí comienza un camino que lleva a la conclusión que para cambiar la mente hay que cambiar la postura del cuerpo. Trabajar con el cuerpo para trabajar con la mente no es precisamente un paradigma de la cultura occidental.
En Desarrollo Personal el cuerpo es expresión del ahora. Está siempre en el ahora. Si queremos una mente con pensamientos de los que denominados positivos el cuerpo puede ayudar el proceso con su posturas y naturaleza. Como nos sentimos al salir a andar o correr es un ejemplo de como ayuda el cuerpo. Como te sientes y como te tumbas determina tus pensamientos. Quien todo el día está sentado o tumbado a quien todo el día está en movimiento…Aprender de la sabiduría del cuerpo es necesario para que éste no tome el control y domine nuestra vida.
Lo cómodo es lo que decidimos. Y cada uno tiene una medida de la comodidad. Si quieres cambiar la tuya ¡METE CUERPO!