DESPEDIDA DEL DESPACHO

Hoy he borrado las huellas, he cerrado por fin la puerta, he dicho adiós después de treinta años. Apegarse a unas siglas que fueron pero ya no son es enturbiar el recuerdo del pasado con un presente en el que ya no deseo estar. Os llevo en el corazón eso me basta. Gracias por todo lo que fuisteis más ya no sois.

 No se trata de nada político.Se trata de un rito, de ritualizar una despedida. A veces por vergüenza, falta de tiempo y otras por puro pasotismo abandonamos la cosas, las circunstancias y las personas sin despedirnos. Cuando cierro una puerta me gusta «decretarlo» es decir hacerlo realidad, verbalizarlo, sentirlo, compartirlo…de esta manera no se genera lo que denominamos «sombras». Te despides con amor de lo que fue y ya no es, y sigues tu camino. Pasas el «duelo» por algo que ya no está y recuerdas con mucho amor las épocas pasadas en las que fue lo que hoy ya no es. Gracias por vuestro interés.

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