FIAT
No se trata de la marca de un coche. Es la expresión en latín de la ACTITUD más valorada en el mundo cristiano. La que desde pequeños nuestros ancestros nos intentaron explicar pero que poco, muy poco, veíamos reflejado en la actitud de quienes nos la explicaban con palabras pero no con gestos y hechos.
Educados en esa incoherencia de predicarnos sin el ejemplo, hemos crecido en la disociación entre lo que aprendimos a pensar y vimos hacer. Llevamos esculpidos valores que nuestros padres y educadores nos obligaron a aprender que luego su vida no reflejaba.
Abandonarse en las manos de Dios, fiarse de El…FIAT.
En Desarrollo Personal esta Actitud es propia de la Educación Transpersonal. La encontramos pocas veces en otras herramientas como el Coaching, la I.E. o la P.N.L.
Se trata de una ACTITUD de desidentificación con lo que creemos que somos, el EGO, para entegar el poder de decisión a lo invisible, intangible, incoloro, inodoro…a lo que los cristianos llamamos Dios y en Desarrollo Personal algunos suelen llamar el Universo.
El FIAT es esperar. Se compone de paciencia, de humildad y serenidad. Es la Actitud más potente sobre la tierra. También la mas difícil e incomprendida. La mente la ataca por que no la entiende. Pocos son los que la cultivan pues requiere un nivel de creencias muy determinado que en nuestra sociedad pocos tienen.
Más es la puerta de la Luz o lo que denominan «iluminación». De ahí la expresión «iluminados». De ahí «dar a luz». De ahí el nacimiento. De ahí la salvación. De ahí el despertar.
Y ya estará la mente diciendo:»Es que decirlo es muy fácil pero cumplirlo es muy difícil». Y así volverá a nacer la disociación entre lo que enseñamos a nuestros hijos y lo que practicamos. Y será esta disociación la marca indeleble de cada uno de nuestros hijos que nos hará decir de ellos:»No los entiendo».