La FIDELIDAD es una respuesta continua y constante, un SI quiero al Ser, el punto desde el que se constata la realidad, la pura esencia de lo que somos, en las que no interfiere el cuerpo, la mente o las emociones, sencillamente un Si al Ser.
Siendo el SER amor esencial, la FIDELIDAD es un Si quiero al amor esencial.
Nada tiene aquí que hacer el EGO salvo apoderarse del «anillo de poder».
La alianza con el SER, con el amor esencial, nos constituye en el «observador consciente» que se desapega de todo menos del amor, pues es puro amor.
El Ego mantendrá el constante deseo de negarlo todo y ocultar el poder de esta alianza desde una estructura egoica de creencias. Esta construcción artificial de creencias no resistirá los cambios de ciclo y la impermanencia de la vida, seremos entonces presa de emociones y pensamientos contractivas y nos sentiremos desnudos y desprotegidos al dar fidelidad a lo que nuestra mente ha construido y consideramos en el pasado la fuente de nuestras seguridades.
Quien mantiene la FIDELIDAD al Ser observará el envite, observará el cambio y permanecerá como roca, más es agua, siempre agua, aunque nunca la misma, como el río, que siempre es agua, pero nunca la misma. Será invencible, más su victoria no será revancha sino amor compartido con quienes aún están en las ruinas de sus creencias recogiendo los escombros y la cenizas de una fidelidad al ego que pretendió permanecer cuando nada permanece.
Volver al centro, al SER y firmar el pacto, la alianza de la FIDELIDAD es el viaje mas apasionante que podamos vivir. La aventura de nuestra vida, pues ni el Ego ni las circunstancias no dejarán tranquilos e intentarán impedir que entre todos constituyamos una eterna alianza de seres fieles asimismos, es decir, al amor esencial.