O siempre lo mismo.
Y es que una y otra vez reviviremos lo mismo según nuestra mente pues para las creencias que genera todo sigue igual, más de lo mismo: Las mismas caras, la misma cosas, las mismas circunstancias…
Nuestra mente se habitúa, es su función, crear hábitos que aprende y no olvida. Y así nos hace creer que todo sigue igual. Que un día es igual a otro, que nada cambia, incluso que nosotros somos siempre los mismos, que no cambiamos.
Tamaña falacia generada por el movimiento espacio-tiempo. Todo cambia y nuestra mente sólo percibe algunos cambios, el resto los pasa inadvertidos, unos no sabe, otros no quiere o no puede captarlos.
MAS TODO CAMBIA.
La mirada. La clave está en enseñar a la mente a mirar diferente y el gran maestro es el corazón, la Inteligencia Cardíaca, la Sabiduría que es el AMOR.
Quien con AMOR vive, aprecia la diferencia en cada detalle. Cada día, cada instante es un regalo del cielo que agradece sinceramente.
Nuestra mente ya estará diciendo:»Que difícil, eso es imposible».
Pero nuestro corazón sabe como. MIRA, mira, sólo mira. ¿Sabes mirar sin etiquetar y juzgar?