Si hasta hace unas décadas la notoriedad o «dar la nota» eran expresiones empleadas para hacer destacar como algo o alguien gozaba por la buena o mala fama, respectivamente, de cierta publicidad, en el momento actual dicho privilegio de entonces es facultad y posibilidad casi universal gracias a las redes sociales.
Dar la nota y tener notoriedad se han vuelto dos productos. Mientras, la inmensa mayoría observa silenciosa sin reacción y algunos reaccionan con el correspondiente «Me gusta».
Este espejo virtual que son las redes sociales nos ha convertido en seres pendientes de la imagen social que reportamos a la red. O bien nada, o bien todo o solamente un poco. Pero todo medido por nuestros deseos,caprichos o voluntad.
Hacerse notar es más fácil que antes, así como dar la nota también y tener notoriedad.
¿Es necesario para vivir?. Claramente no. ¿Lo fue antaño salir en los periódicos, la hoja parroquial o estar en boca de todos?. Tampoco.
La vida silenciosa y anónima del resto de la humanidad continúa como lo ha hecho siempre y lo hará y es en ella donde realmente transcurren la mayor parte de los acontecimientos vitales y determinantes.
Pero sea como sea dale la nota a tu vida, es la única que tienes y vas a tener. Hazla notoria al menos para ti, que no pase sin pena ni gloria. Vive, y al vivir darás la nota.