«OJALATEROS» puede decirse de todo aquél que trabaja el «ojalá» que suelen emplear como mantra en su lenguaje: «ojalá no lloviera», «ojalá no me hubiera casado», «ojalá me toque la lotería»,….
El «ojalá» es su manera de rezar, de pedir, de rogar…
Algunos son aprendices y otros verdaderos maestros «ojalateros».
Algunos trabajan el «ojalá» pero lo llaman de otra manera.
Con el «ojalá» no se puede construir el ahora.
El «ojalá» es uno de los.alimentos favoritos del «loro» (mente-loro).
Sí eliminas de tú dieta el «ojalá». Sí no lo trabajas y no lo sustituyes comenzará a crecer el AHORA en tú vida, pues habrás comenzado a ACEPTAR.
Si algo he aprendido en este último año y medio es que hay que dejarse sorprender por la vida. Siempre hay algo, por sencillo que sea, que hace que cada día sea diferente. Ni mejor ni peor. Sólo distinto.