TODO LO ALCANZA.
Si así se presenta algunos ya saben de quien o que hablo. Para otros será necesario ahondar algo más en su presentación pues no suele prodigarse por este mundo quien no lo representa.
En un mundo en el que contestamos de media cientos de mensajes en el móvil y decenas de llamadas telefónicas, en el que el ritmo de la vida se puede representar como el frenético movimiento de una montaña rusa que hace decir y decirnos que no tenemos tiempo para nada, es difícil que de quien hablamos se muestre como un aliado o incluso la propia solución a nuestros pesares.
Hablar de ella sin mencionarla ya desespera, botón de muestra de su ausencia y/o desconocimiento. Más quien la cultiva la guarda como tesoro, con el mismo celo que cualquier felino, pues en su vida es esencial para sobrevivir.
¿Quién o qué es?. Si aún no lo has adivinado contempla lo que en ti provoca su ausencia y si ya sabes quien o que es, entonces, aplicala para terminar de leer, pues puede ser que su ausencia ya te esté pidiendo «a otra cosa mariposa» pese a que conozcas la solución del enigma.
Seamos pacientes, seamos expresión de la paciencia con todo y en todo. Cuál felino que espera su presa el paciente no desespera solo espera.
Para aceptar es necesario cultivar la paciencia en todo. Desde lo más pequeño y cotidiano, en el día a día. He aquí la forma de estrenarla para que surja con fuerza en el momento de los grandes retos de la vida.
Si nos abandonamos e incluso decimos eso de «se me ha acabado la paciencia» o «es que yo tengo muy poca paciencia» surgirá en nuestro modelo de vida la «impaciencia» justo todo lo contrario, que acampará en nuestras vidas.
Seamos conscientes de que sólo la paciencia todoo alcanza.