POR QUE LE HE DICHO NO A UN MEDIO DE COMUNICACIÓN?
Un deportista de élite tiene que estar pendiente de su alimentación, su bienestar corporal y mental e incorpora a su vida hábitos que sean compatibles con su estilo de vida.
Un científico o intelectual está pendiente de su formación e intelecto y sus hábitos son de estudio procurando en su vida adquirir conocimientos e investigar.
Un artista o modelo cuida su cuerpo y está pendiente de su imagen procurando costumbres que no entorpezcan su fama y estilo.
Un Coach, Terapeuta, Educador o Consultor experto en Desarrollo Personal tiene que mantener unos hábitos que le permitan ser consciente y atento. Tiene que trabajar con lo que se llaman virtudes y lo que se llaman defectos. Trabajar el corazón y el alma de uno mismo para poder entender el corazón y el alma de las personas que acompaña supone algunas renuncias. Como el deportista, el científico o el artista renuncia a lo que le perjudica, nosotros también renunciamos.
Durante el día de ayer contacté con mi orgullo y vanidad, dos poderosas herramientas difíciles de gestionar y que suelen campar por sus anchas. Me di cuenta, tome consciencia, de que si aceptaba la propuesta estaba introduciendo una carga adicional que podría serme indigesta como lo puede ser un cocido para un deportista antes de un prueba deportiva. Pese a la sugerente propuesta he dicho no como el deportista dice no a determinadas comidas, al igual que la modelo o al igual que el científico dice no a lo que considere que perjudique su trabajo.
No es habitual que se rechacen por estos motivos algunas sugerentes proposiciones pero el camino de quienes nos comprometemos a acompañar a personas es un camino que requiere también renuncias como cualquier otro trabajo profesional responsablemente realizado.
Pero como me enseñó alguien en este camino todo NO es un SI encubierto y todo NO es un SI disfrazado. Cuando digo NO, digo SI. La sabiduría es saber a que dices NO y por tanto a que estás diciendo SI.
